¿CUÁNDO CAMBIO LA AGUJA DE MI MÁQUINA?

Ahora que ya conocemos mejor las características y los tipos de agujas, llegó el momento de  solucionar los problemas más comunes.

Seguro que la  pregunta que más te ronda por la cabeza es ¿Con qué frecuencia debo cambiar la aguja de mi maquina de coser?.

Casi siempre que he preguntado a mis alumnas he obtenido la misma respuesta: "Cuando se rompe". Y siempre intento convencerlas de que es un gran error. ¿Sabías que el motor de tu máquina tiene que hacer casi el doble de trabajo con una aguja en mal estado?. Por esto siempre insisto que el cambio de aguja es una parte fundamental para e mantenimiento de nuestras máquinas de coser. aparte de esto, coser con una aguja desgastada te puede acarrear problemas de tensión del hilo, puntadas sueltas, hilos rotos, e incluso se puede dañar la tela que estás cosiendo.

Las agujas no duran para siempre, se estima que para unos resultados óptimos deberían cambiarse después de unas 8 horas de uso. ¿sorprendida?.

También podría recomendarte que la cambies con cada proyecto nuevo, pero evidentemente, no es lo mismo coser un neceser que una colcha con aplicaciones. 

Calcular las horas de uso  o el tamaño del proyecto puede ser un poco lioso, por eso, te cuento como mido yo la vida de una aguja.

La aguja se puede dañar por un montón de motivos, el más evidente es por el rozamiento al atravesar la tela, será mayor cuantas más capas tenga que atravesar y cuanto más tiempo pase. Por eso, no dura lo mismo una aguja con la que cosemos costuras sencillas, que una con la que hacemos aplicación en la que se atraviesan telas, entretela y pegamento.

  Cuando la aguja se despunta un poco, podemos oír una especie de "pop" o notar cambios en el sonido de nuestra máquina. También podemos notar que la tela se engancha un poco o que el hilo se rompe.

Otra de las causas por las que las agujas se deterioran son los movimientos de tracción que realizamos cuando tiramos del hilo, por ejemplo, cuando sacamos la labor de debajo del prensatelas. 

Esto hace que la aguja se vaya doblando ligeramente y que cuando desciende hacia la canilla no caiga donde debería, provocando puntadas desiguales o sueltas. Otro síntoma de que la aguja no está recta puede ser cambios en la tensión del hilo o que la tela se frunza.

Evidentemente, cuando notemos alguno de estos signos, es el momento de cambiar la aguja. 

Si todo va bien y no notamos ninguno de estos problemas, mi recomendación y lo que yo suelo hacer por norma, es cambiar la aguja cada cuatro o cinco canillas completas en el caso de aplicaciones y acolchado o cada cinco o seis si cosemos costuras normales. Tú puedes hacer tus propios cálculos y establecer más o menos tiempo, pero te aconsejo que establezcas un criterio propio y cambies tu aguja con la frecuencia que te funcione, ¡NO SOLO CUANDO SE ROMPA!.

Como norma general, siempre cambio de aguja después de un proyecto grande, como una colcha. Me gusta empezar proyecto nuevo con aguja nueva. Una de mis pequeñas manías es que cuando termino algo grande, quito la aguja y la tiro directamente. Dejo la máquina sin aguja y así estreno todo cuando empiezo de nuevo a coser y si pasa algo de tiempo no me entran dudas de si ya la he cambiado o no.

Espero haberte convencido de la importancia de la aguja. Si tienes alguna duda, ya sabes que puedes preguntarme a través de los comentarios o a través de correo electrónico.
¡Nos vemos pronto!